Unos fariseos se acercaron a Jesús y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte». Entonces él les dijo: «Id a decir a ese zorro: ‘Mira, yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día mi obra quedará consumada. Pero es necesario que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén’.
»¡Jerusalén, Jerusalén! que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no habéis querido! Mirad, vuestra casa va a ser abandonada. Os digo que no me volveréis a ver hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!»
«Tierra nueva de la Trinidad» © Difusión libre cortesía de Colegio Mayor José Kentenich
«Taizé instrumental I» © Autorización de Atheliers et Press de Taizé